Las tardes de primavera son preciosas. Para poder merendar junto a la ventana un riquísimo Bundt de plátano con glaseado de naranja.
A mí me encanta cuando mi hijo me pide que le haga una merienda bonita. Le gusta mucho ver como hago estos montajes y meriendas “chulas” como dice él.
Es precioso estos momentos en que le ves crecer tan rápido, cómo te sigue buscado para un mimo, un bizcocho o simplemente para abrazarte.
Por lo que voy a hacer muchas meriendas bonitas para que siga cerquita mío, mientras quiera.