Ya dice la expresión «La cara es el espejo del alma» que todas las emociones se reflejan en tu cara como un espejo. El espejo es el representante de la vanidad, la visión de las emociones y de la belleza en su estado más puro. Al reflejarnos en el espejo vemos la belleza que tenemos y como nos sentimos. Nos gusta tener espejos en casa por varias razones, pero una de ellas es porque nos gusta vernos.


En la decoración, los espejos reflejan la luz, la naturalidad del hogar y hacen que los espacios se abran. Elemento elegante, esencial para verte cuando sales de casa y en los baños, decorando siempre cualquier rincón.

En habitaciones pequeñas, alargan la estancia dando sensación de amplitud, y en los espacios grandes hacen que las paredes cobren vida.
Hay muchas formas de hacer bonitas composiciones de espejos de varias medidas o bien algún grande con detalles decorativos.



Crea espacios con armonía colocando espejos grandes cerca de la mesa del comedor o bien encima del sofá (siempre teniendo en cuenta las dimensiones del sofá).

Y no te olvides del recibidor, un bonito espejo te dará la bienvenida y te servirá a verte guapa cuando salgas de casa. ¡No vaya a ser que salgas con unos pelos horribles¡

Mis gustos preferidos son los de madera natural, plateados y blancos, pero me chiflan los que imitan las ventanas con cuarterones. Alguno de estos serán mi próxima adquisición. Le da un toque industrial muy de New York.





Incluso en la decoración de los eventos de boda los espejos toman protagonismo como esa idea tan original para poner el menú de las bebidas

Aquí os dejo con dos frases muy positivas relacionadas con el espejo: